jueves, 29 de septiembre de 2011

Lo prometido es deuda: Proyección literaria a la realidad política de México.

Después de un largo periodo de inactividad, ¡vuelvo!, esta vez escribiendo una relación simple de unas cuantas reglas del poder contra la situación política de México; usted podrá percatarse que la realidad no es tan accidental como se pretende mostrar.


  • "Disimule sus intenciones", "Diga siempre menos de lo necesario": [...] Si no tienen la menor idea de qué es lo que usted quiere lograr, les resultará imposible preparar una defensa [...] - Aquí juega un papel muy importante cualquier canal de prensa, incluyendo televisión, radio y periódicos. Es obvio que en México se mantiene un estricto control de la información que circula por los medios, un control gobernado por el capital e intereses de una clase sumamente planificadora. Es casi imposible divisar sus planes.
  • "Casi todo depende de su prestigio; defiéndalo a muerte": [...] Basta el prestigio para intimidar y ganar [...] - Un político muy pintoresco, perdió su prestigio al apoyar una clase con menos recursos, un personaje que apostó al pueblo en lugar de la codicia de las empresas; no ganó la presidencia de México y nunca lo hará.
  • "Busque llamar la atención a cualquier precio": [...] Nunca acepte perderse en el anonimato de la multitud o ser sepultado por el olvido. [...] - Juanito, nada más que decir.
  •  "Haga que la gente vaya hacia usted y, de ser necesario, utilice la carnada más adecuada para lograrlo": [...] Cuando obligue a otro a actuar, deberá ser usted quien en todo momento ejerza el control. [...] - Un punto, que en lo personal, es muy importante, debido a que tiene doble filo, en primera instancia, tenemos al clásico gobierno paternalista que se quiere instalar en México; básicamente nos otorga todo lo que necesitamos en lugar de darnos los medios para obtener nuestros bienes y servicios. Por el otro lado de la navaja, la delincuencia es un factor que obliga a las personas a no pensar claro; es de esta manera que prefieren "acudir al gobierno" en lugar de arrancar el problema desde la raíz, seamos sinceros, el problema no está en hacer más peticiones o exigir a alguien sordo que escuche, es en hacer el trabajo nosotros mismos: educando y ocupando los puestos de parásitos.
  •  "Haga que la gente dependa de usted": No hay mucho que aclarar aquí, es obvio que si ha leído detenidamente el punto anterior, sabrá que es referente al gobierno paternalista.
  • "Cuando pida ayuda, no apele a la compasión o gratitud de la gente, si no al egoísmo" [...] Si necesita recurrir a la ayuda de un aliado, no se moleste en recordarle el apoyo que usted le dio en el pasado, o sus buenas acciones. [...] - Durante elecciones es obvio que no dicen "¿recuerdas el bien que le hicimos a tal estado?", lo que dicen es "si nos eliges, obtendrás más", la razón es que así funciona contra las personas con una cultura mínima1, es claro que quien tenga mejor oferta, será el ganador en las elecciones del dos mil doce. Usted elige quién es mejor de los peores.
  •  "No se comprometa con nadie": Los buenos gobernantes nunca se comprometerán con el pueblo ya que "se gana por acciones no por argumentos", nada más que decir.
  • "Finja candidez para atrapar a los cándidos: Muéstrese más tonto que su víctima": [...] A nadie le gusta sentirse más estúpido que los demás [...] - Es claro que por algo algunas personas llaman "pendejo" al gobierno. Piense antes de hablar.
  • "Juegue con la necesidad de la gente de tener fe en algo, para conseguir seguidores incondicionales": Recuerdo a una profesora de macroeconomía, un día me dio los elementos para entender que un país 'en vías de desarrollo' siempre estará en vías de desarrollo, a menos que se haga un cambio en el modelo económico interno para repercutir en el externo. Sin embargo, algunos aspirantes usan la idea mágica de "un mejor mañana económico" para obtener seguidores. No por esto todos lo hacen, debe aprender a depositar correctamente su confianza en una persona. 

  • "Predique la necesidad de introducir cambios, pero nunca modifique demasiado a la vez": [...] En teoría, todo el mundo comprende la necesidad del cambio, pero en el nivel cotidiano el ser humano es hijo de la costumbre [...] - ¿Después de estar bajo el dominio de un partido político durante setenta y dos años, hubo cambio? Como dice la cita, somos hijos de la costumbre, porque no sentimos cómodos con ella; es por ello que aunque se pueden hacer cambios radicales, no se deben llevar a cabo en la mayoría de las veces, un ejemplo de esta transgresión es la sustitución agresiva de la Luz y Fuerza del Centro por la Comisión Federal de Electricidad, aunque siguen habiendo disturbios, el cambio eliminó a una gran sanguijuela del país; pero dígame usted ¿quien hizo eso tendrá el apoyo de los trabajadores de la Luz y Fuerza del Centro?.
De esta forma finalizamos, claro que hay un grupo mayor de proyecciones que iré realizando al paso de mis artículos, asimismo revisaré algunas de las mencionadas anteriormente para ser tratadas más a fondo.


El otro lado de la moneda.


Con lo anterior, no quiere decir que los accidentes no ocurran dentro de los planes políticos, es probable que alguna situación difundida no sea más que una oportunidad o un defecto por el cuál se pasó, el arte está en saber aprovechar cualquiera de los dos para beneficio propio. 
Espero que haya sido de su agrado mi escrito.

Pie de página: 
1 - Con una mínima cultura me refiero a todos aquellos que no tienen mucho interés en el movimiento político, por falta de tiempo o simplemente porque ignoran la situación actual.

3 comentarios:

  1. Muy Bueno e Interesante :) Espero con ánsia los demás!

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  2. Ponte a pensar en una cosa: ¿Es el Estado actual aún un estado "paternalista"? ¿Qué procesos y decisiones políticas podrían darnos pistas de que no? :) Por lo demás, ese librito tuyo del poder todavía me causa escalofríos, pero el artículo es interesante.

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  3. El estado paternalista aún no está implantado en México totalmente, aunque se está intentando gracias a gobiernos populistas como el que propone el PRD.

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