domingo, 23 de septiembre de 2012

Musas I.



Vacilantes mis ojos que buscan tu
acrisolado brillo, aquél cual 
ningún hombre ha resistido;
inimaginable y basta tu belleza es, 
acumulada en un solo nombre que aquí podrás leer.

Como una estrella
omnipresente en el cielo y
merecedora del firmamento
oscilas en la bóveda celeste mientras

Este mortal mira tu sutileza,
ríes y juegas con tus amigas
estrellas, ¡ya dime
si bajarás!

Brillante tu mirada es, como perlas
emitiendo tu hermosura te ves
libérame de tu hechizo
libérame de tu mirada
aléjame que débil soy y seré.

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