martes, 2 de octubre de 2012

Reminiscencias de Náhuatl y poesía


Hace tiempo escribí en intento de Náhuatl un poema para una persona que ha sido una gran parte de mi vida, sin embargo ya no estamos juntos. De cualquier manera es lindo recordar esos tiempos e independientemente, publicar esos escritos.

En Nahuatl

Tlakeuali ika notetonali

Yolua onitlajtoa ika notetonali
nechnotsa kenin choloatica noka nikochi
noka tehuatl iuan nehuatl titemikij
nechnotsa yanon amochololistin nik titetonali quitlatemoa iuan quinamiki
nik yejuan mosentlalia iuan nenemi ik ce semanauatl kanin kauitl amo nemilia
nik akui ailuikatechkako, piskatikatej tachkau ketsali
nik nenemi ejekuautlapan iuan mauiltia ca tsatsilistin
nik koliui xoxokamausakatopan, nikmatikatej auachmostla teotlako
nik tlapailuikome te oksekintlali, tenaukautikatej nouitoltekayome

Yolua onitlajtoa ika notetonali
nechnotsa kenin ixachi ma quimoneki, ixachi ma quitlatlasojtla
nechnotsa ma ketsali motetonatzintli ca iuan tlein quitlasojti.

Yolua onitlajtoa ika notetonali
Yolua otitlakeuchiuakej, in tonali otipouikej, ikan nakayome tlaltemachtin
au in youali opouikej kintetonali.

En Español

Contrato con mi alma

Ayer hablé con mi alma
me contó como huye mientras duermo
mientras tu y yo soñamos
me contó acerca de sus huidas para tu alma buscar y encontrar
para reunirse y andar por un mundo donde el tiempo no avanza
para nadar en el océano de sentimientos, recolectando el más hermoso [sentimiento]
para caminar sobre las hojas secas en el suelo y jugar con los sonidos
para acostarse en un pasto verde y fesco, sintiendo el rocío de la mañana al atardecer
para pintar cielos de otras tierras, desafiando todas las artes

Ayer hablé con mi alma
me contó lo mucho que la quiere, lo mucho que la ama
me contó que hermosa tu alma es y lo enamorado que él está de ella.

Ayer hablé con mi alma
ayer hicimos pacto, el día nos pertenece, como cuerpos físicos
pero la noche les pertenece a nuestras almas.

Espero haya sido de su total agrado. Escrito, evidentemente por mí, Carlos Edmundo Martínez Mendoza.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Musas I.



Vacilantes mis ojos que buscan tu
acrisolado brillo, aquél cual 
ningún hombre ha resistido;
inimaginable y basta tu belleza es, 
acumulada en un solo nombre que aquí podrás leer.

Como una estrella
omnipresente en el cielo y
merecedora del firmamento
oscilas en la bóveda celeste mientras

Este mortal mira tu sutileza,
ríes y juegas con tus amigas
estrellas, ¡ya dime
si bajarás!

Brillante tu mirada es, como perlas
emitiendo tu hermosura te ves
libérame de tu hechizo
libérame de tu mirada
aléjame que débil soy y seré.

sábado, 14 de julio de 2012

Si fuera algo más.

Es muy frecuente que me cuestionen acerca de qué persona o animal me gustaría ser si no hubiese nacido como yo mismo. Generalmente miento en la respuesta, ya que no es fácil de explicarla en un lapso corto de entre dos y cinco minutos, se requiere una gran conversación para describir quién o que realmente me gustaría ser, aparte de que no todos admiten la misma respuesta.
Si pudiera nacer de nuevo, definitivamente desearía estar con el entorno: me gustaría que mi físico se fundiera con el físico de la misma tierra. Si pudiera seleccionar, haría que los complejos sistemas montañosos fueran mi columna vertebral, suficientemente resistentes para soportar toneladas de hielo viviente, lleno de organismos extremófilos que cohabitan estos paisajes.

Pondría mis pies en el caliente núcleo, caminando alrededor de él para fundir el hierro y con la fricción generar el campo magnético que nos protege a todos y cada uno de los habitantes de este mundo, así también mis dedos de los pies podrían ser grandes trozos de diamante fosilizado a lo largo de los siglos, suspendidos en  el magma supercalentado en calma, serenos, llevados por mis piernas que soportarían el peso de las placas tectónicas, las cuales seleccionaría como mis espaldas y hombros, en perpetuo movimiento, recias para liberar los minerales necesarios para iniciar la vida, suaves para no terminarla.

¡Que mis brazos sean los vientos! aquellos que rolan desde los cielos hasta la tierra firme, arrojando mis manos hechas de arena y tierra hacia todas direcciones, cubriendo la mayor cantidad de territorio posible, para tocar y sentir todo al alcance, cual ciego al entrar a un nuevo lugar. Arrasaría en los desiertos, descansaría en las playas.


Mi torso, terrenos altos y bajos, también las planicies perfectas, tanto marinas como superficiales, justo como en África. Así vería a los animales caminar por mi vientre y a los elefantes bañándose en mi ombligo, todos habitando bajo mi mirada.
 

¿Y mi cabeza? - pues pondría mi boca en los volcanes, de esta manera gritaría con cada erupción. Mis oídos los pondría justo en el corazón de la selva, escuchando toda la variedad de especies hablándome y diciéndome lo que sucede, mi nariz la pondría en los campos de flores a las faldas de las montañas y cerros, para que sus enervantes aromas me revivan cada primavera; ¿mis ojos? Los pondría en los huracanes, profundos y llenos de poder, pero en el centro claros y pacíficos, aunque es obvio que sería malinterpretado, ya que pensarían que castigo a las tierras que osaron estar bajo mi mirada, sin embargo no sería así, yo realmente estaría mirando a las estrellas y sin querer, destruyendo el entorno a mi paso.


¿Ahí me detendría? - No, puesto que me gustaría pintar todos los días el cielo, colorear el fondo y detallar las nubes, me movería con las mareas del océano para divertirme, resonaría mis brazos contra mis espaldas para producir susurros de viento, si pudiera elegir, me encantaría que mi moral fuera un fuerte roble y mi ética, la misma que usa la naturaleza.



Mi mente, la sumaría a la mente colectiva de los humanos, razonando y comparando con el conocimiento natural, haría buenas bromas de ello.

Finalmente, mi corazón y sangre lo pondría en cada habitante de este planeta, Viviría de, con y para ellos.

... Es así como ahora saben la respuesta larga a la pregunta: «¿qué animal o persona te gustaría ser?», puesto que:
Quien respeta al entorno, se respeta a sí mismo.

martes, 10 de julio de 2012

Mirando astros.

En el autobús iba yo, escuchando un poco de música clásica mientras saboreaba una manzana, todo eso en un colorido atardecer, gente aquí y allá en las calles, con sus pesares y actividades, cada quien con un destino, cada cual con una razón. Todo corría según lo habitual hasta que pude caer en razón de lo torpes que somos los humanos, creemos estar conscientes de nosotros y del mundo cuando en realidad jugamos en un vaso de agua, en un mundo plástico y artificial ... pero aún así todo lo demás sigue pasando con normalidad.

El sol sobre mi rostro, me hizo sentir su poder, a cientos de miles de kilómetros de aquí, sigue radiando su calor hacia cada una de las células de mi dermis, dándoles vitalidad y fortaleza para que finalicen sus ciclos biológicos, después replican la sensación a mi cerebro por medio de una de las millones de líneas neurotransmisoras que hay en mi cuerpo, mi cerebro procesa esos datos y los conjuga con otras sensaciones y pensamientos, tales como las armoniosas señales recibidas de mis oídos, cuales a su vez perciben las ondas de choque de millones de átomos de aire en las paredes sensibles del mismo aparato; imagina lo que las dulces notas de Chopin causan en el aire, haciendo que se comprima y expanda a la son de la dulce melodía del nocturno opus nueve.

En mi boca, sentí cómo los dientes arrancaban un pedazo de fruta, cómo la fuerza de mi mandíbula arrastra el filo de mis dientes por la superficie un poco oxidada de la manzana y la perforaba en el ángulo correcto para obtener un bocado del tamaño perfecto, luego viene el jugo, ese delicioso líquido que corre a lo largo de tus labios y desemboca en tu lengua para depositar los azúcares llenos de energía mientras desprendía su aroma directamente a mis fosas nasales que apenas acababan de percibir el olor a tierra mojada de afuera del autobús.

Mi vista, cambiaba de mirar a las personas a mirar al cielo, los colores azules se fundían con el rojo del horizonte mientras las nubes viajaban lentamente, esas nubes creadas por el agua en suspensión, ¿qué determina su belleza? altura, presión, humedad, temperatura, tiempo de exposición a la luz, velocidad del viento, empuje del mismo; inclusive el humor o la imaginación de uno le darán ese toque final que determinará si la nube es o no linda.

Qué cantidad de cosas en ese instante pasaban al mismo tiempo, cosas que no dependen del observador para seguir funcionando, desapercibidas y en secreto a voces, para que sólo los que miren con atención puedan visualizar el modo tan sutil y sublime de la naturaleza para demostrar su conocimiento y poderío, cada milímetro, cada fracción de segundo, suceden cosas a tu alrededor: estrellas mueren, exo-planetas impactan, cae un trueno, nacen bebés, cae una hoja de un árbol ... ¿De qué te estás perdiendo hoy?.
Si señalas la luna, el sabio mirará al astro, el necio se quedará viendo al dedo.